4 jul 2007

Los ojos




Los ojos despiertan solos, hundidos cada uno en su hueco, flotando sobre una sustancia blanca y espesa. A veces viene la luz a arruinarles la fiesta, golpea con látigos de fuego a las niñas sobre la espalda. Las niñas visten oscuras prendas y zapatillas blancas, ellas pasan todo el día saltando sobre las imágenes que cazan los cristales que sostiene el aire. Otras veces huyen para esconderse de los depredadores, pequeños monstruos de caras largas y de pieles multicolores que se esconden en ciertas imágenes. Cuando regresa la oscuridad a los ojos, salen de las profundidades de la retina las hadas y los duendes, preparan sofisticados banquetes y deliciosas bebidas. La música nunca falta, y las niñas ejecutan bailes insinuosos frente a los guardianes de los parpados que con gestos perversos las admiran danzando. Más tarde cuando la fiesta culmina y los ojos están a punto de inundarse de lagrimas, puede verse a las niñas sofocadas de deseo mientras pierden la inocencia con las piernas al cielo, soportando el peso de los guardias sobre su sexo, ellos las toman por el cuello con sus pesadas manos intentando arrancarles algo más que un quejido. Entre espasmos se van hundiendo las niñas en un sueño de calderas y los ojos van quedando ciegos.

1 comentario:

MAYA dijo...

Las niñas de tus ojos están con ganas, hay que prepararles varios sueños para que bailen con hadas y duendes. La música la invito yo.

Bello!!!

Maya